miércoles, 30 de diciembre de 2015

Decir Abuela...



Decir abuela es decir mama, amiga, compañera, es decir tantas cosas...

Es una casa grande llena de recuerdos que los años nos fueron regalando.
Es un sillón, una hamaca donde tejimos miles de sueños, el que cobijo nuestra inocencia y la imaginación de quién a través nuestro intentaba mantener viva la niña que llevaba dentro.
Es una cocina perfumada, un cuarto con aroma a la lavanda.
Decir abuela es un regazo generoso donde encontrar abrigo, una mirada tierna y compasiva.
Es el tan rechazado consejo que deberíamos haber obedecido... Porque las abuelas saben.
Es emprender un viaje al pasado, no muy lejano, marcado en los surcos de sus rostros.
Es el pelo encanecido.
Los pies cansados por tanto camino recorrido.
Son agujas peleando con ovillos, tejiendo historias infinitas.
Decirte mama es decir amiga.
Es decir la abuela que no fuiste.
Son las caricias que tus hijos no pudieron disfrutar.
Son las eternas historias de madrugada que jamas les podrás contar, son plazas llenas de tu ausencia...!
Decirte mamá es imaginar tu pelo encanecido, tus pies cansados de andar, las agujas que nunca estarán sobre tu mesita de luz.
No decirte abuela es llamarte eternamente mamá.
Con mucho cariño para todas las hermosas abuelitas y para las mamás que quisiéramos llegar a ser como la maravillosa abuela que Dios nos dio

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