domingo, 5 de abril de 2015

EL DOLOR DE TU AUSENCIA



Desperté incluso después de haber exhalado mi último suspiro

 sentía mis entrañas desgarrarse ante la perspectiva de tu partida

la realidad se abalanzó encima de mí como una pesada sentencia

para recordarme que en los designios de la eternidad 

 tendría que enfrentarme al dolor de tu ausencia.

Eres como una maldición que pesa sobre cada una de mis lágrimas

 el vacío es grande, se cierne sobre mi persona sin compasión

si tan solo pudiera devolver a mi mente aquellos recuerdos

en los que las espinas del rosal no se clavaban con tanta saña en mi piel

no me afligiría tanto el estigma con el que me dejó tu abandono.

Hay en mí una agonía tan profunda como inmensa fue mi pasión una vez

esta noche hasta los ángeles derramaran sus lágrimas a causa de mi

aflicción

no conciliaré la paz con tu imagen viviendo en mis memorias

tal como un espíritu que vaga después de su propia existencia

purgaré esta pena hasta el fin de los días del mundo.

 Te amé más de lo que mi propio corazón me permitió sentir por alguien

te quisé como el cielo llama a las estrellas al caer el velo nocturno sobre él

la ilusión se desvaneció en el último instante entre la niebla difusa

que provocaban mis propios pensamientos al saberte lejos de aquí

al encontrarme con la certeza de tu destierro.

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